¿Sabes cómo hacer un ensayo expositivo? Si tu respuesta es “no”, leer este artículo te ayudará a lograrlo, pues te brindará una guía para realizar ensayos expositivos apropiadamente documentados y estructurados. Dicho lo anterior, aquí tienes 10 consejos para hacer un ensayo expositivo:

1. Elige un tema

Evidentemente, si te interesa hacer un ensayo expositivo lo primero que debes saber es sobre qué vas a escribir. ¿Historia, biología, filosofía, derecho, sociología, física, psicología, arte? Hay muchas áreas del saber humano, y las ramas en que se dividen son casi incontables. Dentro de la filosofía, por ejemplo, encontramos a la epistemología, la hermenéutica y la estética, entre otras materias de estudio, de modo que hablar de filosofía implica que te sitúes en un campo específico, pues de no hacerlo podrías caer en la divagación o en un intento infructuoso por abarcar demasiado. Luego, mi recomendación para elegir el tema de tu próximo ensayo expositivo es que te ubiques en un área determinada que además te sea familiar y despierte tu interés, porque conviene que tengas conocimientos previos sobre lo que vas a investigar y que incursionar en ello te resulte estimulante.        

2. Delimita el tema

Ir de lo más amplio a lo más específico es clave. Digamos que ya elegiste el tema “historia de México” porque eso te interesa, porque estás estudiando Historia o porque necesitas escribir algo al respecto para sacar 10 en cierta materia. ¡Estupendo! Ahora debes delimitar ese tema, pues… ¡un ensayo sobre toda la historia de México tendría miles de páginas! Para no ser una persona ingenua o arrogante que pretende abarcar todo con un ensayo, piensa en preguntas que acoten el tema y que te conduzcan a un área de estudio razonable. Por ejemplo: ¿qué región específica de México quiero abordar?, ¿qué periodo específico de tal sitio sería provechoso tratar?, ¿de qué aspecto de ese lugar y tiempo puedo investigar? Así, mediante estas y otras preguntas similares, llegarás a un tema delimitado apropiadamente, como: “El comercio de esclavos en Mérida a fines del siglo XVIII y su impacto en la economía de la región”.

3. Elabora un problema

Una vez elegido y delimitado tu tema, aunque tu ensayo sea puramente expositivo, te ayudará mucho asentar un problema que te plantees resolver a lo largo de tu investigación. En el ensayo expositivo el planteamiento de un problema es una formalidad con la cual puedes cumplir simplemente convirtiendo el tema delimitado en una pregunta. Por ejemplo: “¿Cómo se dio el comercio de esclavos en Mérida a fines del siglo XVIII y cuál fue su impacto en la economía de la región?”. Algo muy importante que no debes perder de vista en este punto es que tu labor tiene que estar motivada por darle algo de provecho a tus lectores. En otras palabras, tu ensayo debe resultarle útil a la gente que te lea, ya sea porque abordaste un problema que no había sido expuesto o porque explicaste uno de manera sintética y bien documentada a personas que ignoraban esa información. En cualquier caso, apóyate en las investigaciones precedentes a la tuya, pues con toda seguridad existen autoridades o fuentes de estudio que ya allanaron el camino que estás por emprender.     

4. Establece un título

Hacer el título de un ensayo expositivo es igual de sencillo que elaborar el problema; ambos provienen del tema delimitado. De hecho, si el tema acotado es “El comercio de esclavos en Mérida a fines del siglo XVIII y su impacto en la economía de la región”, bien puede ser ése el título. No obstante, así como hay instituciones académicas y revistas especializadas que no tienen problema alguno con los títulos largos y que de hecho los prefieren por su especificidad, también hay escuelas y medios que exigen títulos cortos, no superiores a 10 palabras de extensión. Por ello, si vas a publicar o presentar tu ensayo en una instancia que haga tal exigencia, te recomiendo construir el título haciendo una síntesis  de la temática, sin que ello comprometa el sentido específico de tu investigación. Retomando el tema asentado en los puntos anteriores, su versión sintetizada y un buen título de tal trabajo, puede ser: “Esclavitud meridiana y economía peninsular a fines del siglo XVIII”.

5. Plantea una hipótesis

La hipótesis es una parte importante de cualquier investigación que presente un problema, y es útil que plantees una al comenzar tu trabajo. Si bien hay personas que afirman que en el ensayo expositivo es innecesario establecer una hipótesis porque ello es más propio del ensayo argumentativo, también habemos quienes consideramos que elaborarla es una formalidad con la cual se puede cumplir de manera muy sencilla, y que darle una hipótesis al ensayo expositivo ayuda mucho. Ella consiste en una respuesta tentativa ofrecida por ti al problema principal de tu trabajo, y tu tarea a lo largo del mismo consistirá en comprobar la verdad o falsedad de esa hipótesis, basándote en los datos que recopiles y organices. Podría decirse que el problema es el punto de partida y que la comprobación de la hipótesis es el punto de llegada de la investigación, siendo el cuerpo del trabajo el camino recorrido entre tales polos.

Así, la comprobación de la hipótesis juega un rol de meta, y por ello aporta una dirección al proyecto. Con esto no quiero decir que confirmar la hipótesis sea el fin ideal de este tipo de labor, ni que su negación represente un fracaso. Afirmar una hipótesis es tan valioso como rechazarla, siempre que esto ocurra al cabo de una exposición propiamente realizada, porque de ambas maneras se habrá alcanzado un saber que puede ser de gran utilidad a investigaciones posteriores. 

6. Investiga en fuentes confiables 

Es muy importante que al abordar un tema para hacer un ensayo expositivo te documentes plenamente leyendo a las autoridades en tal materia o área de conocimiento, pues con seguridad ya hay muchos avances realizados que pueden ayudarte a desarrollar tu investigación de una manera precisa y convincente. No tienes que leer todo lo que ha sido escrito al respecto, pero sí lo suficiente como para hacer una exposición respaldada por datos confiables, dejando ver que dominas las premisas de tu trabajo. Con esto en mente, al documentarte no olvides tomar notas y señalar o copiar fragmentos de información relevante, y tampoco olvides capturar la referencia o ficha bibliográfica de cuanto leas. Finalmente, recomiendo que estudies a autores y autoras con perspectivas diferentes e incluso opuestas en torno al tema tratado, pues ello te dará una visión más amplia y demostrará que tu investigación es imparcial y objetiva.

7. Construye un argumento simple

Imaginemos que en este punto, habiendo investigado todo lo necesario, ya recabaste la información que afirma o niega la veracidad de tu hipótesis. Lo siguiente es organizar esa información en premisas que conduzcan de manera lógica hacia una conclusión derivada de ellas. Dicho de otro modo, es hora de que elabores el argumento de tu ensayo. Tal argumento, una vez desarrollado, ha de constituir el cuerpo de tu trabajo.

Lo anterior debe ser tomado en cuenta –aunque algunos afirmen que el ensayo expositivo no necesita argumentación debido a que simplemente presenta datos de manera organizada– si consideramos que todos los ensayos expositivos ofrecen argumentos simples, mediante los cuales de hecho llegan a convencer a los lectores acerca de lo que exponen. Por ejemplo, si el tema que se quiere exponer es la condición de las presas en el país X, siendo el problema “¿cuál es la condición de las presas en el país X?” y la hipótesis “la condición de las presas en el país X es mala porque constantemente escasea el agua y su calidad es baja”, el argumento sería el siguiente:

Premisa 1. La presa del norte opera al 15% de su capacidad debido a falta de personal.

Premisa 2. La presa del oeste opera al 25 % de su capacidad debido a falta de mantenimiento.

Premisa 3. La presa del sur opera al 20% de su capacidad debido a problemas de corrupción gubernamental.

Conclusión. Dado que las tres presas del país X funcionan muy por debajo de su capacidad a causa de falta de personal, poco mantenimiento y problemas de corrupción, se confirma que sus condiciones son malas.

Como puede verse en este sencillo ejemplo, aun siendo puramente expositivas y 100% objetivas, las premisas derivan de manera lógica en la conclusión, de modo que resulta innegable que tales elementos (las tres premisas y la conclusión) conforman un argumento. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un ensayo expositivo y un ensayo argumentativo? La diferencia más importante consiste en que, en el caso del ensayo expositivo, el convencimiento generado es un objetivo secundario, mientras que en el ensayo argumentativo la hipótesis representa una postura mucho más firme, siendo el objetivo principal de la investigación convencer a los lectores de que aquélla es verdadera. En pocas palabras, el ensayo expositivo no tiene por fin principal ser persuasivo, sino informativo, y en cambio el ensayo argumentativo sí busca generar cierta persuasión.

8. Incluye citas, referencias, notas y bibliografía

¿Recuerdas que al investigar recabaste citas, notas, referencias y fichas bibliográficas? Veamos cómo usar estos elementos. Es conveniente que a lo largo de tu ensayo incluyas algunos fragmentos de otras investigaciones en espacios en que sustenten tus premisas e ideas más importantes. Así, la función principal de tales fragmentos o citas es dar credibilidad a tus planteamientos. Ahora bien, si en lugar de insertar una cita prefieres únicamente indicar a tus lectores que en otra obra se encuentra sustentado lo que dices, sólo agrega al cabo de tus propias palabras un número que los envíe a una referencia donde puedan leer el título de la otra obra y la página en la cual esté la información en cuestión.

Aclaro que también una cita debe estar vinculada –mediante un número– al título y la página de otra obra, pero se distingue de la simple referencia en que, como he apuntado, al citar son copiadas textualmente las palabras provenientes de la otra fuente.

En cuanto a las notas, estas consisten en aclaraciones o explicaciones relevantes, escritas por ti al margen del discurso principal y vinculadas a aquél del mismo modo que las referencias y las citas; a saber: mediante un número correspondiente entre tales explicaciones y las partes del trabajo que las originan. Luego, las citas, referencias y notas han de generar una lista numerada –usualmente ubicada después de la conclusión–, conocida como sección de “Notas”, a la cual debe seguir una última sección en que se encuentren ordenadas alfabéticamente todas las obras consultadas: la “Bibliografía”.

9. Redacta una introducción 

Una vez concluido el cuerpo de tu ensayo, haz una introducción en la cual expliques qué es lo que tus lectores van a encontrar en él, iniciando con tu justificación para abordar el tema tratado, con la presentación del problema principal que te planteaste resolver y con la hipótesis que propusiste como solución a aquél, y terminando con las fuentes en las que te apoyaste, con los recursos con los que contabas (temporales, de conocimiento, bibliográficos, etc.) y con los resultados obtenidos. Como indica su nombre, la introducción debe ser sólo un preámbulo del contenido general del ensayo, y por esta razón no hay que usarla para hablar de temas ajenos al mismo ni para comenzar a desarrollar la exposición del tema.    

10. Obtén una corrección de estilo

Al llegar al punto final de tu investigación es probable que sientas que ya todo está listo para presentarla o publicarla, pero aquí debes tener calma. Nadie es capaz de escribir un trabajo de tal extensión de manera perfecta, y porque muchas personas han ignorado esto sus ensayos han sido rechazados o reprobados, incluso si los temas desarrollados eran muy interesantes o útiles. Para evitar que te ocurra lo mismo, te aconsejo que al terminar tu labor ensayística obtengas una corrección de estilo profesional. Una vez hecho eso, verás a tu redacción mejorar considerablemente y en el proceso aprenderás a escribir de un modo mucho mejor, ya que a través de un servicio de corrección de estilo como el que brinda aion.mx recibirás tu trabajo revisado y optimizado, y además una versión del mismo con todas las modificaciones señaladas y con notas explicativas de la corrección realizada.

¿Necesitas hacer un ensayo y no sabes cómo? He aquí una guía de 10 pasos para realizar ensayos expositivos bien documentados y estructurados.